Vikingo de corazón
Apenas empiezo a desprenderme de la emoción de un Madrid sofocado, pero no caótico, y mi gente enhebrada en sus múltiples quehaceres, aparece en el asiento contiguo una especie de… Continuar leyendo
Apenas empiezo a desprenderme de la emoción de un Madrid sofocado, pero no caótico, y mi gente enhebrada en sus múltiples quehaceres, aparece en el asiento contiguo una especie de… Continuar leyendo
Inundados por varias decenas de niños; somos un vagón cuasi infantil, cuya media de edad, rayana en los 10 años, se ve sensiblemente deteriorada por la decrepitud del 20%, piensa… Continuar leyendo