Cosas del camino

Elegimos los amigos, escribimos sus nombres y los recordamos a viva voz infinitas veces. Pero no elegimos lo que la vida escribe para nosotros, y es mucho y variado, y singular y emotivo, y siempre causa de acento mantenido.

Las cosas del camino, las nuestras, las de todos, son variopintas, prácticas, sinceras, pétreas, flexibles, azules, blancas, rectilíneas, curvas y quizá algunos días alegres y otros realmente serias, pero siempre para ser vividas en profundidad.

Al cabo del tiempo importa poco que esas “cosas” que encontramos estén en un orden u otro en esta página. Cualquiera de ellas ha dejado su impronta, su huella, su estela. Importa, eso sí, que siguen ahí porque ya forman parte de camino propio, incorporadas ya mucho más que en un guiño.

Como por algún sitio se empieza y el resto apenas es continuación, en general, las entradas más antiguas son las que aparecen más cerca de la imagen. Pero hacer excepciones es síntoma de buena salud. Punto y seguido.

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