De acá para allá

 

Siempre estamos así, de acá para allá. La marcha nos va, marchar también. Viajeras por devoción, viajeras por vocación.

El mundo se queda pequeño a nuestra ambición de conocer nuevos puertos, de recoger el fruto del pasar y buscar nuevos horizontes de mar, cielo y montaña. Pero siempre sonriendo, o riendo, o cantando, o dejando que la mano tendida al amigo encontrado ilumine la ruta.

Poco importa si el camino recorrido, la escena sorprendida o la rendición al paisaje tienen fecha de hoy o de antes de ayer.

Y aún importa menos si las entradas (representadas por un título y una imagen representativa) están en primera o séptima fila de esta página. Las más próximas a la imagen son las más lejanas en el tiempo aunque no siempre son los que avivan con más fuerza la emoción. Cada uno está ahí por razones y valores incuestionables, y eso le basta a la memoria.

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